Agua Termal

Si miramos los ingredientes de muchos de nuestros cosméticos nos encontraremos entre ellos el agua termal. ¿Qué es exactamente el agua termal? Pues ni más ni menos agua mineral que que contienen iones y que salen del subsuelo a la superficie unos 5 grados por encima de la temperatura del agua que hay en superficie.  Tienen propiedades calmantes y ayuda en la hidratación.
En el mercado podemos encontrar numerosas marcas que la comercializan como, por ejemplo, Avène, Vichy o La Roche Posay. Todas ellas se venden en farmacias o parafarmacias.

De entre todas ellas me quedo con la de Avène, una auténtica maravilla. Su modo de empleo no puede ser más fácil, solamente hay que pulverizar un chorrito sobre la cara, dejarla reposar un rato sobre la piel y retirar el exceso con un pañuelo de papel. Enseguida se notan sus efectos, sobre todo si, como yo, teneis la piel del rostro mixta, notareis las zonas que están secas muchísimo más hidratadas y nada tirantes. Yo la uso a menudo como suplente del tónico, es decir, limpio la cara con el limpador (ahora mismo estoy usando el de Yes to tomatoes) y en lugar de usar el tónico (uso la loción clarificante nº 2 de Clinique y noto que a veces me reseca en exceso la piel) me pulverizo sobre la cara un poco de agua termal y termino con la hidratante (en mi caso, la de Yes to tomatoes).
Pero, sobre todo, se notan muchísimo sus efectos en verano, en los (ahora anhelados) días de calor y, más que nada, en la playa, cuando rociarse la cara con el agua termal es una auténtica delicia y, además de hidratar la piel, la refresca.
He oido a mucha gente decir que también sirve para ayudar a la base de maquillaje a fijarse pero todavía no le he dado ese uso, pero habrá que probar a ver si es efectivo y ahorrarse así la prebase.
En definitiva, un diez para este producto y sus múltiples utilidades.