Se trata de una nueva colección limitada de lacas de uñas de la firma italiana Kiko. Son esmaltes de uñas con efecto texturizado que se presentan en colores puros, nacarados o con destellos y con un acabado mate.
El toque original e innovador es la textura, con un efecto arenoso, como si la uña estuviera cubierta de pequeños gránulos de azúcar y que es notable tanto por la vista como por el tacto.
Para que la aplicación sea lo más correcta posible, se recomienda aplicar una base para no dañar la uña y aplicar, una vez seca, una primera capa de este esmalte. Dejamos secar y aplicamos una segunda capa. Para que el efecto sea más perceptible, es mejor no aplicar top coat. El efecto texturizado lo notaremos a partir de los 5 minutos de la aplicación.
Mi opinión: si buscas una manicura original pero que no resulte excesivamente llamativa, elige este tipo de esmalte. Yo tengo el tono 638 Taupe, en un discreto color entre marrón y gris que combina con todo. Su aplicación es muy fácil gracias al pincel y tiene una duración estupenda, llevo con él cinco días y está practicamente intacto.